La afición volvió a abroncar a Javi López, esta vez por cambiar a Font, lesionado
El frío fue el gran protagonista de una noche que los aficionados azulinos no olvidarán fácilmente. Ni gorros, ni bufandas, ni abrigos, ni mantas fueron suficientes para dar calor a una noche gélida, más propia del Bierzo que de Jerez. Quizás por eso la Ponferradina, que hasta el momento sólo había sacado tres puntos lejos de su estadio, se llevara un empate de Chapín que le supo a victoria.El Xerez, sin hacer las cosas del todo mal, sólo consiguió enganchar a sus aficionados en el primer cuarto de hora de la segunda mitad, minutos en los que realmente fue a por el partido y tuvo una marcha más que un cuadro visitante que llegó con la lección perfectamente aprendida.De entrada, Chapín, como la mayor parte de los campos de España, no termina de asimilar eso del fútbol en viernes. En el Fondo Sur se lo recordaron a los que mandan, por si sus quejas no caen en saco roto. Tampoco faltaron a la cita en el mismo Fondo los que se siguen acordando de Morales, cada vez más lejos de la entidad azulina, según Tebas.
Esta vez, la afición tenía dos puntos de mira. Por un lado, Edu Moya y por otro, como siempre, Javi López. El lateral cumplió, salvo en alguna que otra acción en la que no estuvo acertado y tuvo que aguantar el típico murmullo de una grada que no le deja pasar ni una después de su partidos ante el Cartagena y en Copa frente al Levante.El técnico se llevó anoche la mayor bronca de lo que va de temporada y hasta tuvo que oír, esta vez de forma injusta por parte del público, eso de 'Javi López dimisión'. A falta de un cuarto de hora para el final, mandó calentar a Rafa Barber y a tres minutos le sacó para sentar a Héctor Font. Nadie entendía el cambio y la grada, que la tiene tomada con los dos, no dudó en criticarle, sin saber que el centrocampista castellonense había pedido el cambio porque se le subían los gemelos...
Gil Manzano también se llevó lo suyo y mucho más después de dejar de señalar un posible penalti de Máyor sobre José Mari, al que empujó dentro del área.Ayer, no era el día de los azulinos. Se podían haber llevado tres noches seguidas que ni así le hubiese hecho un gol a un Mackay tan seguro como teatrero y que supo arañar perfectamente bastantes segunditos al crono. José Mari las tuvo pero no las cazó y el equipo le buscó con mucha ansiedad, con demasiada tal vez.Dos partidos con frío, dos empates seguidos. Mala señal si se tiene en cuenta que a partir de ahora eso es lo que queda hasta el mes de marzo o abril por lo menos
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