Con sufrimiento, así se ha impuesto el Xerez al Girona en un partido en el que la nota negativa la puso la grave lesión de Ion Vélez casi al final del encuentro. El equipo jerezano salió desde el inicio mostrándose ambicioso, con ganas de agradar a los 7384 espectadores que hoy acudieron a Chapín a apoyar a los suyos. Con el nuevo dibujo táctico planteado por Juan Merino, alineando un centro del campo formado por Rueda, Bruno y Capi, los azulinos se mostraban cómodos sobre el césped de Chapín. La recompensa del gol llegó pronto, en el minuto 7 José Mari se vistió de Capi para ponerle, precisamente al de Camas, un centro medido que el medio xerecista remachó al fondo de las redes de cabeza magistralmente. Mirada al cielo y dedicatoria muy especial del número 14 del Xerez. Con el gol en contra el Girona no se amilanó y siguió mostrándose serio y con iniciativa. La banda izquierda formada por David García y Moha era el principal argumento ofensivo de los gerundenses, que le daban más de un dolor de cabeza a un Raúl Cámara entregado hasta la extenuación en labores defensivas.
A punto estuvo de marcar el Girona en una llegada mediado el primer tiempo aprovechando un clamoroso fuera de juego que Toni Doblas salva de manera magistral. Hubiera sido demasiado premio para un rival que hasta ese momento no hacía méritos para estrenarse en el luminoso. Mientras, en el otro área, ocasión pintiparada para José Mari que mandó el balón arriba cuando lo tenía todo para batir a Santamaría. Lo intentaba el ariete xerecista una y otra vez pero sin fortuna, la que sí sonrió a Pablo Redondo en el minuto 38 al enganchar un rechace del defensa David García desde la frontal para darle el segundo gol al Xerez. Y no solo se ponían las cosas bien el marcador. Tebar vio su segunda amarilla por una mano infantil y dejaba a su equipo con diez sobre el verde de Chapín. Con este panorama se cerraría la primera mitad, donde el Xerez fue superior a su rival en todo momento.
El Xerez comenzó la segunda parte como acabó la primera, volcado sobre la portería rival y al son de las palmas por bulerías con las que la grada les premiaba el esfuerzo y la entrega.Las ocasiones se sucedían, primero en las botas de Pablo Redondo y luego en las de José Mari. Pero la mala fortuna se alió en contra del Xerez, que en el minuto 59 recibía un gol de Coro en un despiste de la zaga xerecista. Los xerecistas dieron un paso atrás y permitieron al Girona envalentonarse y echarse arriba sin complejos. Mientras, en el área de Santamaría se protestaron dos posibles manos que el extremeño López Acera no vio. En una de esas contras Toni Doblas salvó al Xerez del injusto empate. Los azulinos seguían a la carga, pero sin claridad ni acierto.
De nuevo en el área xerecista y en un lance fortuito Doblas despejó pero impactó con Ion Vélez, quien recibió un fuerte golpe en la rodilla que le hizo tenerse que retirar del terreno de juego, dejando a su equipo con nueve hasta el final del partido. Al Xerez le entró el nerviosismo, quizás con la idea de no querer tirar por la borda la primera victoria en Chapín con demasiado navegado. Esa intranquilidad se transmitía a la grada, que hasta entonces se había volcado con su equipo. Finalmente el Xerez consigue una reparadora victoria que le permite sumar diez puntos en la tabla y le sirve de paso para estrenar el casillero de victorias como local. Ahora toca trabajar de cara al próximo compromiso, que será este sábado ante el Real Murcia en la Nueva Condomina desde las 18 horas y con las cámaras de Canal 2 Andalucía.
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